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Detrás de cámaras: mujeres que hacen cine en Nicaragua

Por Arielka Juárez

Después del cierre de Instituto Nicaragüense del Cine (Incine) en 1990 la producción audiovisual en Nicaragua persistió gracias al esfuerzo de varias mujeres. Kathy Sevilla, Belkis Ramírez, Rossana Lacayo, María José Álvarez, Martha Clarissa Hernández y la nica francesa Florence Jagüey, entre otras, posicionaron diversas piezas documentales nicaragüenses en varios festivales de cine a nivel internacional.

En los últimos cinco años, una gran parte de las producciones nacionales ha estado a cargo de mujeres. Se han producido largometrajes, documentales, cortos de ficción, programas y series de televisión, entre otros. Jóvenes cineastas como Gloria Carrión, Natalia Hernández, Nohelia Lacayo, Grace González, Rebeca Arcia, Tania Ortega, Vera Narváez y mi persona, estamos desarrollando proyectos audiovisuales con los que se han abierto puertas al cine nacional, dentro y fuera del país.

En 2015, la Productora Cinema Regional, de la que forma parte Camila Selser, junto con Gabriel Serra y Silvio Balladares, realizamos el primer taller de Cine Documental llamado Puerta Abierta, para aportar a la formación de nuevos documentalistas.

Otro espacio en el que las mujeres nicaragüenses han estado a la cabeza es en  iniciativas de formación, festivales y muestras de cine. Algunas de las más destacadas son: Kathy Sevilla, por ejemplo, con la Muestra de cine iberoamericano de ANCI, Perla Briceño con Doctubre Nicaragua y Martha Clarissa Hernández y María José Álvarez, Grace González y Natalia Hernández con el Festival de cine ICARO Nicaragua espacios en los que las nuevas generaciones de cineastas hemos tenido la oportunidad de participar.

Nicaragua es un país donde la producción audiovisual tiene un peso femenino muy fuerte. El cine, como herramienta de posicionamiento en el engranaje internacional de las expresiones artísticas, es un espacio que nos empodera, es una vía de expresión, es una forma de gritar nuestras historias, de mostrar nuestro contexto y  nuestra realidad, nuestra opinión, nuestro punto de vista. El cine en Nicaragua – y los audiovisuales en general -, es indudablemente una herramienta que nos nutre el alma y nos hace familia, hermanas, todas mujeres, productoras, juntas.