La investigación permitió comprobar que los golpes, el castigo severo y los gritos siguen siendo considerados métodos idóneos para “formar” a los hijos. “Irónicamente, el lugar que debería ser más seguro para los niños, es el lugar más violento”, apunta la directora de Visión Mundial Nicaragua, María Haydeé Pereira, organismo que mediante encuestas en 900 hogares, evidenció que el respeto y defensa de los derechos de los niños y adolescentes es tarea pendiente en el país.

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