La semana pasada, entre el 1 y el 6 de noviembre, se dieron cita en Managua, Nicaragua, un número significativo de curadores, artistas y gestores de la región convocados por la séptima Bienal del Istmo Centroamericano, Bavic 7.

El evento se inauguró formalmente el 4 de noviembre en el teatro Rubén Darío, pero estuvo precedido por el evento teórico Nadie sabe el pasado que le espera (Arte hoy desde Centro América), especialmente dedicado a Virginia Pérez-Rattón, curadora pionera en la región, recién fallecida en días pasados.

Para enriquecer el desarrollo de este también fueron invitados algunas figuras de carácter internacional, más o menos vinculados con la producción artística del área. Las  principales ideas que allí se presentaron se ofrecen en el siguiente resumen.

La conclusión más importante fue, sin duda, la necesidad de replantear la estructura de la Bienal, rescatando el valor que tiene como la institución del arte más importante de la región, en un contexto en el que el apoyo del Estado a la educación, la práctica y el oficio del arte es inexistente.

La crisis de un modelo de funcionamiento no puede ser la crisis de una iniciativa que es la que hoy de mayor capital dispone para incentivar la producción de las artes visuales en la región.

Leer nota en deguate.com