Noticias Crea

Las últimas noticias sobre lo que estamos haciendo.

¿Cómo evitar un ataque de pánico?

Desde el blog de Slidebean descubrimos la vergüenza que pasó Michael Bay, director de Transformers y Armageddon, cuando salió huyendo del escenario en una de las conferencias más importantes de Estados Unidos, la CES 2014, que se realiza este año en Las Vegas.

El director ejecutivo de Slidebean, José Cayasso, brinda algunas recomendaciones básicas para evitar entrar en pánico en público, las que compartimos a continuación:

Practicar, practicar y practicar. No importa la experticia o enorme capacidad en oratoria o presencia que uno tenga en público, siempre es bueno practicar una cuantas veces antes de realizar una presentación.

Revisar las diapositivas en pantalla completa y sentir el ritmo de la conversación son elementos claves no sólo para entender la lógica de la presentación, sino para saber lo que estás diciendo y, en caso de quedarte trabado, resurgir con un poco de improvisación. Recomendamos practicar frente a una persona o tu grupo de amigos.

Las diapostivas son complemento y nada más que eso. Creámoslo o no, muchos y muchas «especialistas» llegan a una conferencia a leer, perdiéndose por completo lo rico de interactuar con el público. Si sos una de esas personas, estás a tiempo de cambiar de hábitos.

Las diapositivas son excelentes, sobretodo si poseen elementos gráficos geniales (porque ayudan a llamar la atención del público), pero debemos ser capaces de hablar en público sin necesidad de una presentación.

Recomendamos, además, realizar presentación con el menor texto posible. Las palabras claves y elementos gráficos que ilustren lo que uno dice deben ser primordiales en una presentación.

Evitar memorizar. ¿Se acuerdan cuando se aprendían las tablas de multiplicar? Pues es mucho más fácil entender que tres grupos de cuatro manzanas son doce manzanas que 3 x 4 = 12.

Como en las operaciones matemáticas, evitemos memorizar nuestras líneas porque en el primer error que tengamos olvidaremos todo. ¡Todo! es mucho mejor comprender lo que estamos diciendo para explicarlo con nuetras propias palabras.

Las diapositivas son los puntos de referencia perfecto para mantenerse atento, pero las verdaderas palabras que salen de tu boca debe sentirse natural y sí, un poco improvisadas.

Bonus: aprende un chiste corto (e inocente). Para esos silencios incómodos, siempre es bueno tener a la mano un breve e inocente chiste que amenice el salón. Pero cuidado: evita bromas ofensivas.

Recomendamos en este caso procurar hacer bromas sobre uno mismo, tomando como referencias situaciones cotidianas cómicas.

Y sonrían. Siempre sonrían que el público lo agradece.

Artículo original en inglés.