• Minerales, vitaminas y grasas son componentes indispensables para garantizar un proceso de mineralización ósea apropiado.

Una mezcla adecuada de grasas en  la alimentación es particularmente importante para la formación de huesos y dientes fuertes en el niño, especialmente en el período clave de su desarrollo, entre uno y tres años.

Garantizarle los nutrientes apropiados para el desarrollo de su sistema óseo es crucial en esta etapa, particularmente cuando atraviesa por un período de rápido crecimiento y se enfrenta a cambios ambientales, como dejar la cuna para empezar a gatear, y necesita desarrollar huesos fuertes, señaló el Dr. Ricardo Rueda, Director Asociado de Investigación y Desarrollo de la División Nutricional de Abbott.

La mineralización ósea es el proceso de formación del hueso adulto o definitivo, que sustituye el hueso blando del niño mediante la acumulación de minerales, especialmente calcio y fósforo. Este proceso tiene lugar primordialmente en los primeros años de vida, pero es continuo y en algunos casos se mantiene hasta la vida adulta, cuando aparecen los síntomas de la osteoporosis.

“Estamos frente a una evolución dinámica; en las primeras etapas se da la sustitución del hueso esponjoso por uno más duro, y luego un proceso de reabsorción ósea que tiene lugar a lo largo de toda la vida”, indicó el Dr. Rueda, para quien es importante tener en cuenta que, pese a ser continuo, hay períodos críticos en esa mineralización.

Uno de éstos se extiende, principalmente, entre el primer y tercer año de vida y hay que tomar en cuenta varios elementos importantes que provienen de la nutrición.  En primer lugar, es fundamental un aporte adecuado de minerales para los huesos en formación, tales como el calcio y el fósforo.

Ciertas vitaminas, como la D, son clave para proporcionar una adecuada absorción del calcio por parte del organismo, para que los huesos puedan formarse.

Del calcio a las grasas

“Si hablamos de nutrición infantil, aparte de este aporte de minerales y una adecuada relación entre ellos, también hay factores condicionantes del proceso, como la composición grasa que se le de al niño en sus primeros años de vida”, comentó Rueda.

Recientemente se han desarrollado fórmulas de crecimiento que utilizan oleína de palma, que resulta inconveniente en ocasiones y puede generar estreñimiento cuando se consume en alta proporción.

“Cuando el aporte adecuado de calcio falla, hay una inadecuada mineralización ósea, y varios estudios clínicos han demostrado que en el primer año de vida un exceso de oleína de palma en la alimentación del niño puede ser perjudicial para la formación del hueso”, indicó el Dr. Rueda.

Tomando ello en cuenta, Abbott desarrolló Gain Plus, específicamente para cubrir las necesidades del niño entre uno y tres años, con nutrientes esenciales y con una mezcla de grasas que no contiene aceite de palma oleína, permitiendo una excelente absorción de calcio.

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